Hace cuatro mil años, en Sumeria, el rey
Shulgi de la dinastía Ur se adjudicaba el haber establecido la teoría de
la música y dominar varios instrumentos y “delinear sus movimientos
ascendentes y descendentes”. El significado exacto de estas palabras no
se conoce, pero quizás se puede poner en relación con la invención de la
notación musical babilónica, cuyos ejemplos conservados más tempranos
datan del Imperio Medio Asirio, hace unos dos mil años antes de Cristo.
La más antigua forma de notación musical
fue encontrada en Nippur, Irak: una tableta con escritura cuneiforme
que recoge instrucciones para representar la música, a modo de una guía
para el ejecutante, como sucede con todas las notaciones de la
antigüedad. La imagen a continuación muestra dicha tableta, con la
trascripción de la escritura cuneiforme y la traducción al inglés, con
la que se puede ver que son indicaciones del número de cuerda que el
intérprete debía tocar en su instrumento.Ç
La imagen de la parte inferior muestra otra de las piezas de música escrita
más antigua: un canto religioso grabado en el sistema cuneiforme
hurrita. Fue descubierta en Siria a comienzos de los años 50, durante
las excavaciones efectuadas cerca de la antigua ciudad de Ugarit, y
descifrada en 1972.
Otra tableta de aproximadamente el año
1250 a. C. Muestra un sistema de notación musical más desarrollado, pero
continuaba siendo una indicación para la interpretación.
Las cuatro primeras líneas muestran la letra de la canción, que incluye la frase “amado de mi corazón”
y referencias a dioses y diosas; las seis siguientes contienen
instrucciones para su ejecución, que constituyen el equivalente de la
notación musical. Esta pieza, escrita hacia el 1800 antes de Cristo,
hace al próximo Oriente el lugar de nacimiento de la música occidental.
La parte superior, muestra el texto de un
himno hurrita. La inferior, marcada en rojo, contiene una serie de
números, nombres de las cuerdas de la lira y términos que se ha
interpretado como una “partitura” que contiene la forma en la que dicho
himno debía cantarse.
Aunque han llegado muy fragmentados,
estas tabletas son los más antiguos testimonios de melodías hallados en
todo el mundo. Evidentemente, estos “documentos musicales” no son los
que un bibliotecario o documentalista va a tener entre sus fondos, ya
son piezas más de “arqueología musical” que de
paleografía musical y su lugar son los museos, pero es fascinante
conocer cómo las civilizaciones antiguas buscaban una forma plasmar en
un soporte perdurable y transmitible algo tan intangible como son los
sonidos.
BIBLIOGRAFÍA.
www.papelesdemusica.wordpress.com
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