lunes, 27 de marzo de 2017

LUDWIG VAN BEETHOVEN


Muchos artistas reconocidos de la época no dudaron en ir a despedir al gran Beethoven. Ellos iban a darle ánimos para que superase la enfermedad lo antes posible, pero realmente ya sabían que no conseguiría vencer a la enfermedad. 
Ludwig fue director de orquesta, compositor y pianista. Fue uno de esos niños prodigio, con un don.
Su padre lo introdujo en el mundo de la música desde bien joven puesto que era un auténtico seguidor de Mozart y quería que su hijo llegase a la altura del genio vienés.

Beethoven nace en Alemania en 1770 y muere en Viena, en el 1827.
Sus inicios musicales se dan en Bonn, su ciudad natal, teniendo una gran cantidad de maestros.
Ya en su adolescencia Beethoven es patrocinado por mecenas, los cuales van a financiar su primer viaje a Viena, donde supuestamente tendrá un encuentro fugaz con Mozart, uno de sus ídolos.
Será en su segundo viaje a Viena cuando Beethoven ya se quede allí hasta el día de su muerte. Allí tendrá relacion de amistad con grandes genios de la música. Su famosa novena sinfonía fue escrita allí, en la ciudad que lo vio consagrarse como como músico de primera.

Beethoven carga a sus espaldas con mas de 100 obras, entre las cuales podemos ver sonatas para piano, concertantes, sinfonías, sacras e incluso una ópera.

Finalmente Ludwig acabará cayendo enfermo y sufrirá grandes dolores. En sus últimos días no podrá apenas ni hablar y tendrá que comunicarse con sus seres queridos a través de un cuaderno.

Beethoven supuso un puente, una transición entre el Clasicismo y el Romanticismo. Fue él quien comenzó a romper con todo lo que se había dado hasta el momento, fue él quien introdujo variaciones y por ello fue criticado y alabado al mismo tiempo. Visto con perspectiva, podemos apreciar que era una persona muy característica, con un gran carácter y personalidad, y eso también influyó mucho en que hoy día hablemos de él como el gran genio que fue. Por lo tanto concluir la reflexión con que por mucho que sus contemporáneos criticaran gran parte de las veces sus osadías musicales, esos cambios siempre deben darse para evolucionar, para seguir avanzando y no quedar estancado siempre en lo mismo. Beethoven abrió así las puertas al Romanticismo musical.

Por aquí os dejo algunos enlaces para que podáis escuchar algunas de sus obras, unas más conocidas, otras menos, pero de una belleza musical que no se puede poner en duda.

Oda a la alegría, 9ª Sinfonía

Sonata para piano nº 14

Missa Solemnis



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